Una Sesión de Movimiento Guiado

Una sesión de Movimiento Guiado típica, lleva al estudiante a un mejor conocimiento de su cuerpo. Se inicia guiando al estudiante a que reconozca como su cuerpo se apoya en el suelo. Que note que partes del cuerpo hacen mas presión y que partes estas separadas del suelo. Se le pide al estudiante que se haga consciente de las diferencias entre el lado izquierdo y derecho de su cuerpo.

Generalmente la retroalimentación se hace con las piernas extendidas en el suelo, pero pueden haber variantes. De este punto de partida se le indican al estudiante unos cuantos movimientos sencillos, como rotar su cabeza de un lado al otro, para que además tenga una referencia de el rango de movimiento y de la cualidad de movimiento en ciertas partes de su cuerpo.

De allí en adelante se le indican al estudiante diversos movimientos poco familiares, que deberá realizar explorando su rango de movimiento a un grado que le resulte confortable. Se pasa de una secuencia a otra, guiando al estudiante para que sienta las dificultades que experimenta al realizar el movimiento, al igual que las diferencias entre un lado y otro del cuerpo.

El objetivo de cada sesión es guiar al estudiante a que aprenda como puede lograr mayor soltura y flexibilidad dentro de su cuerpo, para darle así un mejor uso. Se hace énfasis en la toma de conciencia de las diferencias, en las dificultades y obstáculos en realizar la secuencia. Al final el estudiante descubre que algo ha cambiando en su cuerpo. Que su columna vertebral se apoya mas relajadamente en el suelo, que hay mas separación entre vértebra y vértebra y que los rangos de movimiento de su cuerpo son ahora más amplios.

De una sesión a otra el estudiante va aprendiendo a un nivel profundo una nueva manera de usar su cuerpo. Esto es un proceso que varia para cada persona y no puede ser acelerado.